ACERCA DE LA LLAMADA REALIDAD, O EL LAMENTABLE EFECTO PRODUCIDO POR LA FALTA DE ALCOHOL EN LA SANGRE.



viernes, 14 de enero de 2011

Clase 1 : ¡Cómo ser fabuloso en las barras !

LOS ORIGENES DE LA FARRA

             Antropológicamente hablando, es perfectamente posible que aquellos muy antiguos dioses que unían lo divino a algunos frutos de la naturaleza, y los ofrecían a los hombres como una sanacura, como una conexión un poco más cool con otros humanos, hayan sido la cuna directa de otros grandes hallazgos universales : el choque de copas, los tambaleantes brindis, los fondo blanco, las confesiones a la madrugada, la euforia y las más inolvidables resacas.

   La cuenta sería interminable pero no se puede soslayar a las barras hechas para sostenerse, por si acaso, o al diseño perfecto de una copa Hurricane, la que mejor evoca un cuerpo de mujer.Todas las culturas tuvieron su sabio borrachín o alguna reina que gobernó en pedo y era adicta a los oficiales de la guardia. Ni hablar de los religiosos, desde la Antigüedad eran drinks magisters en la preparación de elixires beatíficamente llamados ¨espirituosos¨.

   Pero, ¿y antes de la Historia conocida? ¿Cómo empezó ese auténtico modo de vivir que es la juerga total y permanente, la vida en joda y al toque, (ya que igualmente de algo habrá que morir)?. La frase ¨por cuatro días locos que vamos a vivir…¨, encierra en pocas y trágicas e intensas palabras el resplandor de un Shakespeare anónimo. En curda, claro.  

     Pero a pesar de ese tono de tragedia, yo creo que la farra necesariamente nació como comedia, (si acaso no la fundó directamente) y estuvo en el parto de otros géneros que expresan la conducta humana, la farsa, el grotesco, el vaudevil, la pantomima, etc, etc, como un mítico karaoke con millones de actores en escena, noche a noche, celebrando a su modo la vida en cualquier barra del mundo y desde que hay memoria.

   ¿Cuándo y cómo fue que todo comenzó?   

  
    Misterio.
   Imposible saber en qué momento se agregó la música, seguramente salida de una caña agujereada o de la propia voz humana. Obviamente el sexo no podía quedar afuera. Así, la irrupción del alcohol en las primeras inocentes farras (si es que alguna vez hubo farras inocentes) redondeó el más antiguo concepto de lo que es una juerga verdaderamente completa y a full.

  
 DESCONTROL EN LA CAVERNA
     
   Afirmo que la primera gran farra corrida la organizó el Hombre Primitivo y que debe haber descubierto sus alcances de un modo enteramente casual, como corresponde a todos los más brillantes hallazgos de la Humanidad.
   Imaginen el lento transcurrir de las viejas eras geológicas e imaginen que, en medio de la apatía producida por La Era de las Interminables Lluvias, tal vez la tribu se hallara guarecida en su espaciosa caverna, gruñendo y mirándose unos a otros presas del más descarnado aburrimiento. A milenios de la invención del paragüas automático y de los perramus ingleses, salir de cacería fue impensable : garrotes, arcos y flechas estarían diseminados por ahí, desprovistos del menor interés. Alguna task force recogería bajo el agua algunos cocos ú otros frutos y bichos necesarios para subsistir. Hartos de mirar al cielo encapotado, sin msn, sin pelis, tampoco habría nada para chusmear.
   Como lo demuestran tantos estudios arqueológicos, el Hombre Primitivo desarrolló algún instinto previsor. De ahí que en tantas excavaciones se hayan encontrado todo tipo de vasijas, palanganas y tuppers para guardar comida. ¿Algunos cereales, quizá, ricos en azúcar y levadura? Por supuesto, muchos cereales contienen esas propiedades. Y vaya a saberse desde cuándo aquellas vasijas olvidadas en el fondo de la caverna contenían un poco de esos cereales. Piénsese en la humedad reinante y en una temperatura que debió sofocar. En algún momento La Naturaleza puso su toque mágico y… blub blub… los cereales fermentaron y apareció el mosto, un líquido denso, turbio, en el que el azúcar devino un milagroso líquido, diferente a todos los líquidos conocidos hasta entonces: el alcohol.
   Alguien, tal vez un Macho Alfa,  olisqueó un aroma distinto en el ámbito (que, por otra parte, debió haber sido bastante penetrante, pienso). Primero acercó la nariz, luego mojó un dedo y lo chupó y por fin, ya entonado, empinó el codo y se mandó un tímido trago al buche a modo exploratorio (como se ve, a pesar del tiempo transcurrido las cosas no han cambiado demasiado).
  ¡Y entonces ocurrió el milagro!
Imaginen por un momento ese primer paladeo fundacional. Piensen en el estupor inicial y en ese brillito en los ojos y el inmediato segundo golpe de codo, ya medio tirando a fondo blanco. Creo que, tras el primer eructo alcohólico de la Historia, El Hombre Primitivo sintió dentro suyo un clic.  
                                                                                                                                         
      Algo debió abrirse paso en su mente. Algo semejante a lo que sintió la noche en que frotó dos ramitas y apareció el fuego. Debió haber sonreido. Debió, sin duda, correr la voz entre los miembros del clan.
   Lo que siguió a ese glorioso momento de la Humanidad es mucho más fácil de imaginar : la legendaria Primera Farra Corrida del Mundo, ocurrida en La Noche de los Tiempos en una caverna atestada de chicos y chicas hartos de mirarse las caras, sin siquiera unas lamentables gaseosas para variar.
   A la luz de las fogatas apareció entonces, como una revelación divina, el Barman/Shamán (y nada es casual, piénsese en lo que es en nuestros días el Barman Show)  y, en un estallido de nuevas apariciones, desde el cliente, la euforia y el frenesí de las carcajadas fáciles y la deshinibición sexual, hasta la primigenia percepción de lo humorístico, de lo ridículo, de lo melancólico, por qué no. Tal vez zapateos y piruetas, giros e incipientes marchinhas al son de unos golpes en el pecho configuraron la primera danza, descontrolada aún, cargada de relámpagos, alrededor de un fuego que regaba de sombras alucinantes las paredes de la caverna.

   Quizá surgieron también los primeros swingers, los bi, los homo, la aparición probable del primer gruñido negativo del primer fundamentalista hetero ante alguna equívoca insinuación homo. O lo opuesto: como señalaremos en otra clase (Cómo esconder el tufo y Técnicas avanzadas para hablar e inhalar al mismo tiempo) se pueden emitir gruñidos sin necesariamente perder nada de sex appeal. Entonces, por qué no el primer travesti, el primer stripper. Deben haberse inaugurado esa misma noche los primeros códigos y gestos comunicatorios de su transversalidad. Hasta el agua que caía de un cielo inclemente debió haber aportado la primera solución (aún en uso) a una aplastante resaca.
                                                                                               
Nadie sabe cómo seguirá la Historia. Puede que resulte un rollo heavy como Blade Runner, Mad Max o Matrix, esa pesadilla orwelliana. Ni modo de saberlo. Pero así como el ideal de libertad, el instinto de aventura, como el amor y como tantos otros impulsos del Hombre, que en mayor o menor grado perviven en la conciencia de todas las sociedades podrían desaparecer, yo afirmo que la farra a full, su tentación y su Gran Hermano, el alcohol, quedarán para siempre instalados en una enormísima escala del hombre que hoy por comodidad llamaremos simplemente contemporáneo.  
  (Como decíamos, desde los albores de la Humanidad hasta hoy, nada ha cambiado demasiado.)
  Que esa fiesta haya durado todo lo que duró La Era de las Interminables Lluvias, es otro tema, no me atrevo a opinar, y ahí que cada quien piense lo que se le de la gana. 
¡Cheers!
Miguel


Clase 2 : ¡Cómo ser fabuloso en las barras !

¿CUALQUIERA PUEDE CALIFICAR COMO UN GRAN BEBEDOR? 

Introducción al Vaso, la Botella, la Jarra, el Bidón, El Balde y La Manguera.


   No hay que banalizar el tema: bebedor no es cualquiera. Ni siquiera beber es para cualquiera, ¿cierto? Muchas personas, en el afán de acceder a un posgrado, fraudulentamente imprimen tarjetas tales como Pepe Palomo – Gran Bebedor Profesional, con el objeto de acceder al prestigio, a la reputación que a tantos otros les costara las mil resacas, peludas inversiones (tema que trataremos en la clase Cómo beber sin gastar una moneda) cuando no una gastritis, úlceras e incluso alguna que otra cirrosis.

Es que ni siquiera basta con colorearse de rojo la nariz, ni dibujarse abultadas ojeras que colgarán bajo la mirada como tristes testículos, ni fingir temblores de la mano en la barra para engañar a los profesionales. Está bien para confundir farristas novatos bajo la luz marketinera del frente de bar, promoviendo murmullos tales como ¨¡Mirá el pedo que tiene éste…!,  que lo llenarán de un prestigio y un orgullo completamente usurpados.  Claro que jamás confundirán a los verdaderos conocedores, los bartenders profesionales y  los auténticos bebedores que también rondan por ahí, chusmeando bajito y, como es sabido, simulando la gran sobriedad, lo que no es poco ni fácil. Y si no, recordar la fórmula de Oscar Wilde: ¨Ser natural es la más difícil de las poses.¨
   Asimismo y desde la filología, se ha sostenido que la designación del farrista como ¨tipo calavera¨, proviene de aquellos lejanos tiempos.
  

    Hay que comenzar desde abajo para llegar al moño. Ir desde los elementos simples a los más complejos. ¿Qué conocen Uds. de los recipientes que contienen los tragos? Hablo de sus usos e historias. Cabe hablar incluso de sus personalidades, ya que los líquidos tienen la añeja costumbre de adoptar la forma de lo que los contiene y lo hacen en muy diferentes estilos. 

   Vayamos por partes  :    

    EL VASO  
    
   Hay personas que en tren de tomar se toman, si no hay otra cosa, la temperatura o el subte, creyendo, uno nunca sabrá por qué, que están tomando no sé qué glamorosa cosa rica. La invención del vaso y la extensa familia de recipientes de mesa, fue el feliz reemplazo del cuenco formado con las dos manos, far away and long ago. Antes de caer en aquel error hay que comprender que los recipientes son lo único efectivamente ligado a lo que se desee tomar.   


Cristalería antigüa
   Se dice que la alfarería proveyó los primeros vasos. Sin embargo se han hallado cráneos (ya desencarnados, lo estético es pensarlo así) utilizados para contener líquidos, mucho más populares que otros utensilios con el mismo fin, cuernos ahuecados, cañas desmeduladas, etc.

   El vidrio apareció en el siglo XV pero el discreto encanto de beber posando los labios en el interior de un cráneo fósil había perdido su gran fascinación y popularidad muchos antes, posiblemente no por una cuestión de costos sino por el largo proceso de secado o lo que fuese, quedando más bien para catacumbas, como decorativos portavelas o como sentimentales souvenirs de correrías contra tribus enemigas.
   Aunque no siempre resulte así, El Vaso tiene relación individual con el ser humano. Cada quien chapa el suyo y trata, sutil o enfáticamente, de no compartirlo. Es una prolongación del Ser cultivada desde la primera infancia, donde cada niño tiene su propia teta (un recipiente natural) y su propio biberón, que no deberá compartir con sus compañeritos del kindergarden. Tampoco es usual que comparta las tetas de su señora mamá aunque haya, proverbialmente, dos de ellas disponibles, y si bien la naturaleza, que suele ser paradójica, haya hecho que las madres sean, al mismo tiempo, como los culos, es decir, sólo habrá disponible uno para cada quien.
   Muchos le adjudican al vaso propiedades metafísicas, ya que luego de beber unos cuantos (nos referimos al contenido), se tiende a fijar la mirada interminablemente en este recipiente barruntando vaya a saberse qué onda.
La Botella
   expresa un implícito sentimiento democrático, abierto al reparto, generosa por definición al dar para varios vasos, promueve la euforia colectiva y el comadreo. Preside la escena desde la mesa o desde la barra, o directamente haciéndonos compañía en un umbral cualquiera o en la esquina donde se junta la banda. Sus parientes, la cantimplora y la petaca, tienen el mismo fin aunque mejor estilo que el abominable tetrabrik posmoderno, (si bien con estos modestos recipientes puede no dar para tanta gente como podría presentarse y uno qué, si no alcanza para todos se correrá el riesgo de ser tildado de mezquino o escondedor, que es lo mismo).

3a.Clase: Cómo ocultar el tufo. Técnicas avanzadas para hablar e inhalar al mismo tiempo. El método Pit Bull.



   EL TUFO, UN ENEMIGO DEPREDADOR
   Tomas Mann, su obra lo expresa así, escribió que entre la comedia y la tragedia  (o viceversa) sólo hay una imperceptible línea  y que para cruzarla basta un paso.
   En el caso de un sano bebedor, un mal paso, debiera decirse. Es que la vida, y el tufo, como cualquiera sabe, nunca fueron lo que contó Hollywood. 
Pongámoslo así:
   Supongámonos en un día maravilloso, que los hay. Supongamos que todo nos ha salido de fiesta desde el despertar. Para mejorar las cosas, es sábado, la oficina o el taller son pesadillas lejanas, y está el asuntito pendiente de una morocha con quien estamos citados en Crobar, hoy por hoy el mejor techno de Buenos Aires, y con la que hubo un bonito tenis de mensajes durante la semana.
   Ahora, como es natural, nos preguntamos si ella sería puntual, pero como cosa rutinaria: somos tipos seguros de nosotros mismos, aunque un pelín nerviosos. Tan así que iremos una horita antes de la cita, para que ni siquiera importe si ella se hace esperar, que es lo usual. En el interin qué hacer. Y, un par de cervezas para arrancar, y luego nos clavamos un 7º.Regimiento y detrás alguien que cumplía años invitó champagne un par de veces. También le hicimos caso a una botella de Havanna Club 7 años, que nos miraba desde el frente de bar, una copa al menos, ya que es inhumano negarnos a la calidad. A la una y media y para bajar un poco el asunto, le entramos a una onza de fernet.
   Cuando la vimos entrar nos acomodamos algunos pelos y quisimos finalizar lo que chusméabamos con el vecino de barra, que todo el tiempo y con disimulo cero se tapaba la nariz para escucharnos.
   A veces comprender lo insignificante lleva más tiempo que atrapar lo complejo. La fatalidad, en cambio, se instala en nosotros con un repentino ataque de pánico : la chica se nos venía, vestida de sonrisa perra. Y nosotros… ¡estábamos expeliendo un alto tufo en el momento menos indicado! (bah, si es que hay momentos indicados para andar hediendo tan heavy). A juzgar por la expresión congestionada del vecino, debía tratarse de un tufo (hay que decirlo, fuera de todo standard.

   
    Taco stiletto, inconsciente del resplandor con que habría nacido unos veinte años atrás y tan bella que nos hubiéramos partido la cara en la pared sin ningún remordimiento, vino a nosotros. Obvio, con el ego en tremendo riesgo de salir averiado, hicimos lo único que podíamos hacer, sudar …¿y ahora…? ¿Si en vez de mirarme tan fijamente (incluso demasiado para su propio bien) mientras se ponía a un metro, empezaba a convulsionar, víctima de alguno de los resoplidos que yo ya no podía mantener bajo control?
   Para estos incendios no hay bomberos ni salida de emergencia y como decíamos al inicio, también de la comedia a la tragedia sólo hay un paso. Por un segundo pensé en el suicidio en defensa propia. ¿Soluciones? Si, las hay. Claro que las hay. Casi todas falsas soluciones.

   Woody Allen, creo que en Manhattan, decía ¨que sea paranoico no quiere decir que no me persigan¨. Paranoicos o no, lo que va a perseguirnos a nosotros esa noche, si no hacemos algo, será nuestro inguantable tufo. ¿Qué hacer contra esa peste nocturna? ¿Hablar sólo de coté? ¿Fingir afonía? ¿Gruñir mostrando un colmillo toda la noche? La experiencia demuestra que, por ejemplo, balancear un escarbadiente de un lado al otro de la boca o hablar con el pescuezo tirado hacia atrás y desde metro y medio: despierta sospechas y no tunea de onda. ¡Ni pensarlo!
  

TECNICAS AVANZADAS PARA HABLAR E INHALAR AL MISMO TIEMPO

Remedios que matan y, peor aún, son inútiles
      a)   Meterse en una centrifugadora.
b)      Salir de atropellada al baño para hacer unos buches con un litro de colonia.
c)      Robar los limones de la barra, masticarlos, refregarse los bigotes con ellos.
d)      Clavarse varios paquetes de pastillas de menta extra forte.
e)     Gárgaras y regurgitaciones con bicarbonato, super contraindicado.
f)      Llevar un kit portátil de cepillo y dentífrico, con el riesgo de ser visto al sacar la plata       para pagar y cargar para siempre la sospecha de halitosis.
g)     Huir de caño hacia las azoteas vecinas.
h)     Empezar a los gritos ¡Fuego, fuego!... 


   Muchos creen que el desodorante bucal es la solución mágica. Amén de que es dificíl recordar que existen, que son caros y que para muchos es una mariconada, nunca son de veras eficaces por una razón: el tufo, el verdadero tufo, el tufo bocha, el tufo humano-macho, se caracteriza por lo penetrante, denso y de efectos no aptos para cardíacos que ni las cucarachas se la bancan, ¡se expele también por la piel!, en un proceso de ósmosis que genera la ingesta descontrolada de alcohol, que cualquier otro día les explico cómo funca y cómo se soluciona.
Frente a eso, qué.

EL MËTODO PIT BULL 


Lord Byron
    La raza pit bull da perros muy valientes, muy intrépidos, fuertes, atléticos y re testarudos. Para los primeros entrenamientos, cerca del primer año, y para los paseos, se utiliza con ellos una correa de ahorque. Simple, sencilla y de buen  resultado con cualquier perro bravo. El mecanismo es simple, un nudo corredizo en el extremo de la correa que lo sujeta por el pescuezo. En cuanto el tipo amaga de un salto devorarse una mosca, o busca repentinamente la garganta de un perrito que pasa o lo que fuese,  la mano firme en la correa hará que el loco sienta que el nudo le cierra automáticamente la garganta. El instinto del picho le hará bajar un cambio, ya que no es bolú. (Lo sé porque tengo un pit bull, Byron. Lo único que me molesta de él es que tenga mejor pedigree que yo.)
   Entonces, la correa de ahorque pondrá al perro ante una doble emergencia, debe respirar y no puede dejar de tirar tarascones o de ladrar, según sea de su paladar. O sea, inhalar y expresarse en su idioma perruno al mismo tiempo. Diabólicamente lo consigue : ¿a qué se parece esto?
   ¡Bingo! Si un perro halla solución al problema, ¿por qué no lo haría un experto y fino  conocedor de barras, trucos y noches de alta parranda, para resolver el llamado Teorema del Tufo Hediondo, que puede estropear el mejor chamuyo a la orejita, por más ganador que sea?

                                             Prácticas

Practicando por la calle
    Cómprese una correa de ahorque, cualquier veterinaria tiene modelos variados y colores a elección. El material de que estén hechas es también importante. Prescinda de las de cadena o de cuero, útiles para dogos, ovejeros alemanes, dobermanns, etc. Para los cuellos más delicados hay algunas de fino nylon trenzado donde el nudo se desliza suavemente (detalle significativo) porque de lo contrario, si el nudo se atascara, podríamos caer rápidamente en situación de emergencia, incómoda o antiestética, por así decir, con los ojos desorbitados y tirando el rostro a un color violáceo ominoso.
El ejercicio debe realizarse ante un espejo, pero antes de intentarlo, tome en cuenta algunas consideraciones :
·         Puede hacerse con el auxilio de un amigo/a, quien se situará a sus espaldas e iniciará la función ahorque con extrema suavidad, hasta el punto justo en que respirar y hablar se ubiquen en el centro del problema. No más allá de eso. En caso de dudas, seguir respirando debe considerarse prioritario.
·         La elección del amigo/a debe ser muy meticulosa. Se podría dar el caso de una elección desacertada, de consecuencias indeseables, y ahí sí que ya será tarde para las aclaraciones. Descartar a las ex también es saludable.
·         Si se tiene una nuez muy sobresalida, use el criterio English tie, es decir, ahórquese por debajo de la nuez y no por encima, por lo menos hasta lograr la destreza necesaria y no que la nuez ande subiendo y bajando por el cuello todo el tiempo, lo que es perturbador sobre todo si vió la saga de Alien.
·         Tratándose de una experiencia directa, es inútil probar con maniquíes ni ningún otro ser vivo.
·         Tenga siempre una buena tijera al alcance de la mano.
·         Sólo para expertos; un ejercicio avanzado pero peligroso es intentarlo con un Garrote     
           Vil.  

Garrote vil
El precalentamiento :
     Antes de intentar charlar e inhalar al mismo tiempo, es útil un  precalentamiento : hipos, eructos,  gárgaras, sonidos onomatopéyicos, arf, blub-blub, ping, incluso discretos pedorreos en sonotecnia, ayudarán a que la maravillosa maquinaria que es el cuerpo humano se vaya adaptando a su nueva función.

      Para llegar al punto caramelo habrá que intentarlo muchas veces sin desanimarse por picos de ahogo ni farfulleos sin sentido. (Tampoco se trata de salir cantando La Traviata de buenas a primera). Cuando se consigue enhebrar una pequeña frase, tipo Hola-qué-tal-qué-onda,-eh, ¿primera-vez-que-venís?, respirando para adentro sin perder por eso naturalidad ni que haya que exigir un urgente tubo de oxígeno por el intento, puede decirse que hemos conquistado el umbral donde el más desgraciado tufo que exhalemos, hará la de cualquier digno, asqueroso tufo inmundo: al sentirse derrotado por el método pit bull, buscará en derredor la próxima víctima, se abalanzará sobre ella bañándola en los hedores más horrendos y todos dirigirán hacia ese desdichado infeliz sus miradas cargadas de repugnancia, en tanto Ud. sonreirá feliz, angelicalmente a salvo.    
                                             
                                             ¡Nos vemos, cuervos!
 Miguel

¡AL ALCOHOL LO QUE ES DEL ALCOHOL!

Hace un par de semanas se han pubicado algunas notas de los archivos médicos a bordo de barcos ingleses en tiempos en que la Corona Inglesa arrasaba en todos los mares. En esas notas se encuentran referencias al ron, el brandy y hasta el humo de tabaco, como recursos para curar ciertas dolencias en condiciones duras. En otras notas aparece el grog como causante de muchos accidentes y muertes.


El humo de tabaco era una cura para los ahogados (en el agua), el ron era un tónico para la picadura de tarántula y el brandy era bueno para casi todo, según los secretos médicos en los cuadernos históricos de la Marina Real inglesa, hechos públicos en el Reino Unido el pasado 30 de septiembre 2010.

Los secretos de la época dorada de la Marina Real Inglesa estarán disponibles para echarles un vistazo en cuanto los Archivos Nacionales terminen su proyecto de facilitar la consulta de los cuadernos de médicos y cirujanos de barcos de los siglos XVIII y XIX.

Los libros contienen registros de motines, borracheras y robos de cráneos esquinales en nombre de la ciencia, pero algunas de las historias de mayor peso se refieren a las tremendas enfermedades sufridas por los marinos y los excéntricos métodos de los médicos para intentar curarlos.

Benjamin Lara, por ejemplo, el cirujano a bordo del HMS Princess Royal en 1802, supo qué hacer cuando el marinero James Calloway fue sacado de las aguas del Canal Inglés en las que estuvo sumergido 12 minutos en pleno invierno y de las cuales le sacaron ahogado. Calloway, de 40 años, parecía un cadáver cuando le subieron abordo; además del tiempo que pasó bajo el agua y el frío, había sido arrollado por el bote que intentaba rescatarlo. El doctor Lara lo secó y calentó con placas de peltre (una aleación de cinc, plomo y estaño) cubiertas en franela, pero no mejoró hasta que le metieron humo de tabaco en los pulmones (¡...!).





"Le inyectamos humo de tabaco en los pulmones mediante el tubo de una pipa común", escribe Lara.


El ron era la medicina favorita abordo del HMS Arab en 1800, cuando Thomas Sappen lo usaba para las picaduras de tarántula y de escorpión (aunque en sus notas confunde la araña con un reptil y su veneno con un virus).


Sin embargo, Mark Porter, un médico de hoy en día, dice que la mayoría de las curas eran inefectivas en el mejor de los casos y hasta peligrosas. "El médico del barco era probabemente la segunda persona más peligrosa que un marino podía encontrarse, después del enemigo", dice.
Artículos fuente: Fox News y Herald Sun. Traducción de Miguel F. Lancha en http://barconcept.blogspot.com/  
Thanks, colegas.                                                 
Comentario:También, por aquellos tiempos, era sabido que la mejor cura para las heridas de bala, los flechazos de los indios o las picaduras de serpientes, era un pesado bourbon del oeste norteamericano, desde luego menos destilado que los hoy muy famosos Jack Daniels o Jim Beam, popularmente llamado burning hooves (pezuñas ardientes). Contenían unos 80 grados de nivel alcohólico y, o te curaban o te mandaban directo a la quinta del Ñato, ya que era habitual mandarse adentro medio garrafón para soportar la cura. 
Soluciones rápidas, según se vea. Desde la antigüedad también está comprobado que uno puede morirse así como así, gozando de un perfecto estado de salud, coño.






¡Amén!
Miguel